Ven
y asume que es deseo lo que va carbonizando mis venas rápidamente. Observa cómo
el fuego mixto me hace fosforecer en medio de la noche gatuna, negra,
aterciopelada, lista a ser devorada por nuestra hambre. Mi instinto de
supervivencia está apagado, solo quiero morir desangrando por la garganta en
gemidos que perforan paredes y pudor. Mira a mis piernas desearte, llamarte,
abrirse en fruta de mar fresca para ti. Navégame, estira el tiempo que es breve
mirando las redondeces musicales que penden de mi pecho. Estoy temblando de
frío pero, ardiendo; no conocí cobijo hasta que tu piel se adhirió al vaivén
acompasado del tiempo entre mis sábanas. Mi cara es la luna que levanta mareas,
la que condena mástiles en medio de mil tormentas saladas. Soy ímpetu, soy
indomable al calor de tus yemas y de tus pupilas. Mi sargazo reclama la espuma
juguetona de tu oleaje y el barco naufraga sin que alguien tome el timón. Si la
nada nos sorprendiera juntos, no encontraríamos lo que vinimos buscando de
tiempo atrás. Sin embargo, me quiero saber perdida, entregada, rendida y en el
marasmo de la arena, pernoctar.
Te encontre en X y me encanta como escribes
ResponderBorrarMuchas gracias por leerme!
Borrar